DIARIO DE MONTAJE: I
“Dicebamus hesterna die”
Así comenzaba su clase Fray Luis de León tras 5 años de prisión, como si el tiempo no hubiese transcurrido. Así comienzo el montaje de “El Arte de las Manos” tras un año de ¿inactividad? Todo sigue en su lugar, esperando pacientemente desde que, el pasado 7 de enero comenzase la cuenta atrás.
Aprovechando las sombras de la noche trasladamos tableros, cajas, figuras, utensilios… todo lo necesario… y hay que subirlo. Las cajas suben en el ascensor pero… los tableros no caben. Hay que subirlos por la escalera y… pesan.
En honor a la verdad, debo decir que, gracias a la desidia, impuntualidad, falta de palabra y desastrosa gestión de RENFE (Estoy tratando de ser amable y no cagarme en sus…) mi tren se retrasó bastante tiempo, con lo que no fui yo quien realizó todo ese traslado.
Toca replantear. Quizá muchos no sepan lo que se tarda en situar un rectángulo en el centro de una superficie que tiene de todo menos ángulos rectos, porque hacer el salón ortogonal habría sido fácil… demasiado fácil…
Tenemos la mesa, tenemos belén… tenemos trabajo. Con la superficie de trabajo a punto, el siguiente paso es elevar la montaña, pero es tarde, y mañana será otro día.
Continuará…
DIARIO DE MONTAJE: II
“Lo que la naturaleza erige en miles de años, nosotros hemos de hacerlo en horas”
Por la mañana, temprano, la mesa sigue tal y como quedó anoche. Toca levantar la montaña, y todo vale. Cajas, listones y caballetes se amontonan sobre los tableros para lograr un armazón que de soporte a la montaña. Si muchos de vosotros lo vieseis en esta fase pensaríais que no es más que un montón de basura sobre una mesa pero, creedme, es una montaña. Tened fe…
Nos falta material para continuar. Habrá que comprar… ¿No? Tras las compras oportunas, retornamos al salón donde, poco a poco, se erige una cordillera de 1200000000 nm (…sí, es poco más que un metro.) Construir la montaña y terminar de serrín hasta las cejas… todo es uno.
Tras varias horas (…), la montaña está acabada, toca pintarla, spray en mano, y con un poco de musgo y algún retoque, podemos dar por elevada la orografía. Retornemos al plano.
Situadas las casas en su lugar, y colocados los cables oportunos (porque esto también tiene sus instalaciones…) hay que colocar cada cosa en su sitio, figuras, arbolado, mobiliario… y es el momento en que me doy cuenta de que tengo un montón de San Josés y todos iguales. A ver cómo los diferenciamos…
Y ahora, comenzar a pavimentar… pero ya mañana ¿No?
Continuará…
DIARIO DE MONTAJE: III
“Las partes conforman el todo”
Extender el pavimento es mucho más laborioso de lo que muchos creerían. Hay zonas de gravas, zonas de arenas (limos, arcillas… -vale, perdón por el chiste-) y zonas empedradas… y ante la sempiterna pregunta; sí, las piedras van puestas una a una. No es un tablero que lleve las piedras pegadas.
En cualquier caso, prefiero comenzar por el desierto, con su arena, sus piedras, sus cactus… y sus pinchos (a ver si me acuerdo de un año para otro que son de verdad… duele…)
Hoy han ido los becarios, así que eso acelera un poco el tránsito, pero es que hay mucho suelo que poner (y no hay suelos malos… -vale, paro con eso-)
Y colocadas las piedras, hay que juntearlas con arena fina, pero todavía quedan pavimentos que colocar…
Continuará…
DIARIO DE MONTAJE: IV
“Y a pesar de todo, gira”
Por fin terminamos con los suelos. Qué pesadilla tamizar tierra arcillosa húmeda… (hoy prometo no hacer chistes malos).
La noria está puesta en su sitio, todos los cables conectados, y limpiamos el cauce de la acequia (que no río) para hacer la prueba más importante del montaje (Y que nunca nos acordamos de hacer al principio). Hay que llenar de agua el cauce y probar la bomba… fluye el líquido elemento y… no pierde (podemos respirar).
¿No pierde? Era demasiado fácil. Cuando todo parece listo, un gran charco bajo el belén. Ah no, espera, que se sale el agua de la garrafa, el cauce no pierde… vaya susto. Con este contratiempo el suelo se llena de barro. Hay que fregar pero… que todos los males sean esto.
Volviendo al local, terminado el montaje de borde hacia adentro, toca mirar hacia fuera… pero ya mañana, que la torre campanea la hora.
Continuará…
DIARIO DE MONTAJE: V
“…Y mañana estrenamos…”
Iluminación, sonido, cartelería, el belén de metro veinte, el faldón y la cuerda…. Esos pequeños detalles que no están sobre la mesa y que, sin embargo, también forman parte del belén. Todo preparado, queda limpiar. Mañana estrenamos, pero eso ya se factura aparte…